¿Por qué se produjo la Revolución de Mayo?
La crisis de la monarquía hispánica
España emprendió grandes reformas en la
segunda mitad del siglo XVIII. Varios eran sus objetivos. En primer lugar,
poder aumentar los recursos para
afrontar los problemas financieros que tenía la Corona española. Para eso,
decidió fomentar las economías coloniales y aumentar la presión fiscal. En
segundo lugar, como las colonias americanas se hallaban amenazadas por
Inglaterra y, por otro lado, España y Portugal peleaban por el territorio que
se extiende al norte y al oriente del Río de la Plata, la Corona española debía
reforzar la defensa militar de sus colonias. En tercer lugar, las reformas
impulsaron la creación del Virreinato del Río de la Plata en 1776 y su división
en intendencias con el fin de mejorar la administración.
Estas reformas provocaron una gran
disconformidad en casi todas las capas sociales americanas, en especial entre
los criollos. Con la nueva división administrativa, los criollos fueron
desplazados de los cargos de responsabilidad del gobierno colonial mientras los
españoles seguían ocupando los más altos cargos de gobierno y se beneficiaban
del comercio de monopolio. Todos estos hechos hicieron que a principios del
siglo XVIII, los sectores más calificados por su educación, posición económica
o política comenzaran a tomar conciencia de la debilidad del imperio colonial
español en América. Además, muchos de ellos, nacidos en América, como Belgrano,
Castelli y Moreno, habían estudiado en Europa en la época de la Revolución
Francesa. Convencidos de las ideas de libertad e igualdad que proclamaba esta
revolución, creían que sólo con la independencia de España lograrían imponer
estos principios en el Río de la Plata.
En mayo de 1808, Napoleón invadió España
y encarceló al rey Fernando VII con el fin de coronar a su hermano José
Bonaparte. En respuesta a esto, el pueblo español se levantó en armas contra el
ejército invasor francés y formó Juntas de gobierno autónomas en las ciudades
no ocupadas. El 25 de septiembre de 1808, las Juntas enviaron diputados a
Sevilla y allí se constituyó la Suprema Junta Central Gubernativa del Reino,
que gobernó a partir de entonces en lugar y nombre de Fernando VII.
Estas noticias llegaron al Río de la
Plata con dos o tres meses de atraso y contribuyeron a crear un clima de gran
intranquilidad. Muchos se preguntaban: "Si el rey está preso, ¿quién
gobierna en América?".
Las invasiones inglesas: el comienzo del derrumbe del
poder español
En 1806 y en 1807, los ingleses
invadieron Buenos Aires. Para hacer frente a la ocupación inglesa, se
organizaron por primera vez cuerpos de milicias voluntarios integrados por los
habitantes de Buenos Aires y de otras regiones del territorio. La organización
de la defensa de Buenos Aires por parte de los criollos les demostró, al mismo
tiempo, la capacidad que tenían para dirigir su propio destino.
La crisis de la monarquía española
también generó tensiones en el ámbito económico. La administración colonial se
encontraba debilitada por la falta de comunicación con España y por la
bancarrota financiera. Las autoridades se vieron obligadas a tolerar el
comercio con navíos neutrales y aliados, especialmente ingleses. En 1809, se
legalizó este comercio de contrabando a través del Reglamento de Comercio
Libre. Estas medidas enfrentaron a comerciantes monopolistas peninsulares con
hacendados criollos. Estos últimos defendían el librecomercio y tuvieron en
Mariano Moreno un defensor de sus intereses.
En enero de 1810, la ofensiva militar
lanzada por Napoleón hizo que cayera Cádiz, último bastión de la resistencia
española. La crisis imperial española parecía definitiva. Las novedades
llegaron al Río de la Plata en mayo. Al principio, y para no alarmar a la
población, el virrey Cisneros intentó interceptar y ocultar la noticia. Pero
como los rumores ya habían corrido, se vio obligado a comunicar la novedad el
día 18 de mayo. Cuando lo hizo, el virrey pidió al pueblo de Buenos Aires que
se mantuviera fiel a la madre patria España.
Sin embargo, los criollos estaban seguros
de que había llegado el momento de tomar decisiones y apresuraron, en Buenos
Aires, la convocatoria de un Cabildo Abierto. Éste se reunió el 22 de mayo.
Debía decidir -nada menos- sobre quién recaería la soberanía, es decir, el
poder de gobernar estas tierras. Ese día la mayoría de los vecinos votó la
posición de Saavedra: el Cabildo debía reemplazar el poder del virrey. El día
24 se formó una Junta de Gobierno dirigida por Cisneros, acompañado por dos
españoles y dos criollos. Pero los criollos no estaban conformes con la
designación de Cisneros. Por eso, con el apoyo de las milicias, el nuevo poder
militar que había surgido de la resistencia a las invasiones inglesas, presionó
para que renunciara. El día 25 los criollos formaron una nueva Junta, la
Primera Junta de Gobierno de las Provincias del Río de la Plata.
Texto elaborado a partir de: Noemí Goldman, "Crisis imperial,
revolución y guerra (1806-1820)", en Revolución, República, Confederación
(1806-1852), Buenos Aires, Sudamericana, 1999 y Susana Simian de Molinas,
"La Revolución de Mayo", en Historia Testimonial Argentina,
Buenos Aires, CEAL, 1984.