Es compartir a través de las redes sociales, de mensajería instantánea o por medio de internet contenido sexual explícito como fotos, videos o texto, sin tener en cuenta los riesgos que implica su viralización.
La conjugación
del despertar sexual y el acceso y conexión permanente en las redes sociales
por parte de los jóvenes, resulta una combinación peligrosa para el mundo de lo
privado y lo íntimo.
La franja
etaria en la que mayormente se dan las situaciones es, precisamente, la menos
preparada para medir los riesgos y la magnitud que puede cobrar un hecho de
sexting.
Brindarles
información sobre los peligros y sobre cómo prevenirlos, siempre será la mejor
estrategia para combatir esta problemática.
Algunas recomendaciones
* Debatir con
los jóvenes sobre la diferencia entre lo público y lo privado.
* Remarcar la
importancia de cuidar aquello que se considera privado o íntimo.
* Advertir que
una vez subidas las imágenes en las redes, se pierde el control.
* No compartir,
reenviar o difundir fotos o videos con contenido sexual de terceros sin su
consentimiento.
* Utilizar
contraseñas seguras para cuidar la información privada que se guarda en
dispositivos móviles.
* Realizar una
copia de seguridad de las fotos y borrarlas de los teléfonos celulares,
tabletas o netbooks.